Transoceánica quiere realizar una escucha desde el alma al entorno natural, y transmitir esta escucha a través de la danza, la fotografía y la música.
Nos preocupa la manera en que estamos tratando a la Naturaleza, y cómo afectan a nuestro espíritu las devastadoras transformaciones que estamos causando.
En Transoceánica, vemos entorno y persona como dos ideas profundamente conectadas, que no se pueden concebir la una sin la otra: ¿es el espacio que nos rodea una metáfora de lo que hoy en día somos los seres humanos? O es la manera en que afectamos a la Naturaleza una proyección de nuestro estado de conciencia como Humanidad?
A lo largo de la obra, distintas texturas de movimiento marcan un proceso de transformación en la intérprete que van desde la ruptura interna, pasando por el abismo, el enfado y la entrega, hasta el emerger como invocación a la esperanza