Escrito en 1895, este clásico teatral ambientado en el Londres de época victoriana, nos habla de la hipocresía de las normas de una sociedad donde abundan las apariencias y las dobles vidas. Wilde obra una gran cantidad de territorios por donde se pasean sus personajes: el amor, el deseo, los orígenes, el compromiso, la identidad y, sobre todo, la libertad, presente durante toda la función. ¿Cómo podemos llegar a ser, con plenitud, nosotros mismos? ¿Dónde están los límites de cada uno de nosotros?
Se trata de uno de los retratos más ácidos y divertidos que nunca se han hecho sobre la hipocresía social. La gloriosa trayectoria de Oscar Wilde quedó arruinada repentinamente con la condena a dos años de prisión que lo acusaba de indecencia por su vida privada, solo tres meses después de haber estrenado esta comedia. El escritor, que no se reharía de un golpe tan duro, ya había denunciado a menudo la hipocresía de una sociedad cada vez más conservadora y controladora sobre la intimidad de sus ciudadanos. Una hipocresía que, de manera premonitoria, acontecería a la protagonista de esta deliciosa obra maestra sobre los líos amorosos de dos jóvenes británicos y sus secretas dobles vidas, la cual anticipa algunas de las principales vanguardias del siglo XX.
Duración: 110 minutos.