Del 24 al 31 de julio.
En el mes de agosto del año 1084, los condes de Nájera, García Ordóñez y su esposa, Urraca Garcés, pasaron por estas tierras y fueron a parar a la ermita de San Adrián. Les agradó mucho esta zona pero lamentaron que la ermita no estuviese bien cuidada, por lo que otorgaron a Garsseano de Almunicer (que estaba al cargo de la misma) diversas tierras para que pudiese sacarles rendimiento y poder mantener mejor el templo.
Veintiséis años después, el 6 de septiembre de 1110, Urraca Alfonsi, hija del rey Alfonso VII, atravesó estas tierras. Según la leyenda, la Reina adolecía de un mal en su vista. Con gran fervor oró a San Adrián y, milagrosamente, se curó de su dolencia. Agradecida, donó una arqueta de madera que contenía un precioso tesoro: huesos de mártires de las catacumbas de Roma.
El pueblo celebró con gran gozo la donación de estas Reliquias y se dispuso a adorarlas y protegerlas siempre. Para darle más realce, años después recubrieron la arqueta de madera con láminas de plata y así ha llegado hasta nuestros días.
La devoción de los adrianeses ha sido tal que, en tiempos de tormenta, se sacaba la arqueta a la ventana de la iglesia y se rezaba para que el mal tiempo se alejase de la villa. Y, según cuentan, las Reliquias lo lograban.
Se constituyó una semana festiva para darles esplendor y sacarlas en procesión. Son las fiestas grandes de nuestro pueblo. Hay gente que las llama Fiestas Patronales, pero eso es un error. Los Patronos son la Virgen de la Palma y San Adrián, cuya festividad recae en los días 8 y 9 de septiembre, respectivamente. La semana del 24 al 30 de julio se celebran las fiestas en honor a las Santas Reliquias.
Consulta el programa de Fiestas de las Santas Reliquias en San Adrián 2022.