Se trata de un tema que hasta la fecha apenas se ha tratado. ¿Cómo explicar, si no, que todas y todos conozcamos el concepto de “brecha salarial”, mientras que el de “brecha orgásmica” parece casi un chiste? Es decir, que el feminismo ha logrado cada vez más visibilidad, ha conseguido poner sobre la mesa la existencia de desigualdades en la esfera laboral, en el hogar, en los cuidados, hasta en la esfera emocional.

De sexo, sin embargo, solo se habla en referencia a las agresiones; pero el riesgo de vivir una agresión no es el único factor de desigualdad que las mujeres vivencian en este ámbito, e ignorarlo no es una opción. De lo contrario, estaríamos implícitamente desconociendo el derecho de las mujeres al placer.