Con la compañía Lilura Teatro.
Que no se apague la candela, la que vela el sueño de la conciencia, de la culpa dormida. Laila Ripoll desarrolla esta historia áspera y distorsionada de Perpetua inspirada en la vida de una mujer de Ciudad Rodrigo (Salamanca), que después de la guerra Civil decidió vivir encamada. La estereotipa como visionaria y Santa de masas, capaz de verlo todo, el presente y el futuro, pero con un pasado que no quiere volver a mirar.
Teatro grotesco al servicio de la memoria histórica y humor oscuro para sacar a la luz todos los secretos que quieren olvidar aquellos que, ajenos o no a cualquier ideología, aprovecharon las circunstancias para obtener un beneficio a toda costa. De eso habla esta obra: de la necesidad de recordar. ¡Y por eso se ha apagado la mierda de la luminaria.
Entrada: Anticipada 4€; Taquilla 5€.