Limam Boisha, poeta saharaui que vive en Madrid, confiesa que se ha quedado "seco del Sáhara", y viaja hasta el Sáhara Occidental, para recuperar la inspiración para sus versos.
Un viaje duro y largo, que con un plan como aquel, buscando la inspiración, el pozo de la poesía, no sería un viaje pesado por el desierto cruel, sería un viaje poético y emotivo.
En Leyuad les espera en su jaima el poeta Sidi Brahim, que les mostrará los milagros de un lugar único, y les adentrará en los mitos y secretos de los genios del desierto, aquellos "a los que no se puede nombrar".